lunes, 16 de abril de 2018

Comunicado de FAPA Cantabria en relación a la encuesta del calendario escolar.

Desde FAPA Cantabria hemos recibido con extrañeza la sorpresa que parece que ha causado a la Consejería de Educación la baja participación de las familias en la encuesta realizada sobre el calendario escolar. Siendo un dato preocupante, no deja de estar en sintonía con lo que las familias nos hemos acostumbrado (o nos han acostumbrado) a vivir en lo que a participación en el ámbito educativo se refiere.  La LOMCE vino a rematar lo que ya poco a poco se venía aplicando: a las familias se las llama a última hora, para lucir la foto, pero cuando todas las decisiones ya están tomadas por otros.
Prueba de ello es que del cambio del calendario escolar nos enteramos por la prensa, de que se iba a hacer esta encuesta nos enteramos por la prensa y de los resultados de la misma… nos hemos tenido que volver a enterar por la prensa. Ni una llamada, ni un correo, ni una pregunta nos ha llegado nunca antes de tomar las decisiones, aunque después nos siguen pidiendo salir en la foto, eso sí. Por si esto no fuese suficiente, las palabras del Consejero avisando de que era una encuesta meramente consultiva ya acabaron de dejar claro a las familias lo poco que importaba de nuevo su opinión.
Pero además, para aquellas familias que, pese a todo, se animaron a rellenar la encuesta, la tarea tampoco ha sido fácil. Aunque la Consejería haya indicado que “se han puesto todos los medios”, la realidad dista de ser así: ha habido centros que no han facilitado la información a las familias, mientras que en otros había que acudir a secretaría del centro para pedir las claves de acceso, algo que no es fácil para muchas familias.
Estas circunstancias ya se dejaron a un buen número de familias por el camino, pero las dificultades eran más. Si es habitual oír quejas del funcionamiento de la plataforma Yedra por parte de docentes y equipos directivos que trabajan con ella constantemente, su utilización en esta encuesta ha sido tarea imposible para muchas familias poco o nada habituadas al entorno digital. Un acceso a la misma poco intuitivo y un envío final que ni siquiera dejaba claro si la encuesta quedaba rellenada y enviada o se podía modificar antes de acabar el plazo (pues seguía permitiendo el acceso) han supuesto que haya quienes ni siquiera sabían si la habían contestado o no.
Pero seguimos. Otro tema confuso era quien podía participar. Pese a que en un primer momento se dijo que podía participar cada progenitor, la realidad es que sólo podían hacerlo así en el caso de separación, pues la Consejería consideraba que en caso contrario la opinión de ambos debía de ser la misma. De esto nos hemos tenido que enterar al encontrarnos con el problema, ya que tampoco se ha informado al respecto.
Una vez pasado todo esto llegamos a las preguntas, con un planteamiento que, tanto en su redacción como en la forma de elegir la respuesta, no parecía que estuviesen pensadas para que pudiesen ser entendidas y contestadas por todas las familias independientemente de su nivel cultural. Además, se echaba en falta una opción para que las familias pudiesen exponer aquellos aspectos que considerasen oportunos. La Consejería ha justificado esto último por la dificultad que supondría para la posterior gestión de los datos aportados, pero esto choca un poco con que se haya tardado más de un mes en hacerlos públicos, cuando con el sistema planteado debería de haberse podido hacer prácticamente al día siguiente.
Y tampoco se consultaba sobre algo fundamental para la conciliación como es la desaparición de las jornadas reducidas de junio y septiembre que las familias venimos demandando desde hace tiempo, pero queremos tomar esto con optimismo y creer que se debe a que la Consejería ya tiene claro que tiene que dar solución a este tema.
En lo relativo a la participación del alumnado tampoco ha habido claridad en el asunto, pues se nos dijo que en 5º y 6º de primaria la iban a rellenar en los centros y en los últimos días hemos recibido informaciones que indican que los centros tenían que consultar a las familias si querían que se hiciese en el centro o en casa.
Hasta tal punto han llegado las dificultades que desde FAPA Cantabria quisimos hacer difusión de la encuesta para incentivar la participación y fue inviable, pues recibimos respuesta a la última aclaración solicitada apenas día y medio antes de acabarse el plazo, y con un día de huelga por medio.
Sin duda podemos decir que esta encuesta ha sido más propia del célebre programa “humor amarillo” que una búsqueda real de participación de las familias.
Respecto a los datos presentados, que la conciliación era uno de los aspectos más preocupantes es algo que ya se sabía desde el mismo momento en el que se estableció este nuevo calendario. También se sabía, y desde FAPA Cantabria siempre se ha dicho así, que es necesaria la implicación de otras instituciones para apoyar estas cuestiones. Sin embargo, este calendario va a cumplir su segundo curso y poco o nada se ha avanzado en este aspecto. Y eso sin olvidar que la raíz del problema está en la legislación laboral, algo que las administraciones educativas parecen haber olvidado cuando son parte de los gobiernos que legislan también en ese aspecto.
Otra cuestión sobre la que se llama la atención en la encuesta es en lo relativo a los deberes escolares en los periodos vacacionales, algo que también se sabe desde el curso pasado y en lo que tampoco se ha hecho nada. Esta cuestión es especialmente sangrante en el caso de Educación Secundaria. A falta de dos semanas para el último periodo vacacional establecido, son muchos los exámenes que este alumnado tiene ya fijados para la semana siguiente. ¿Esta es la motivación pedagógica que se nos vendió al establecer este nuevo calendario? ¿Dónde está aquel descanso para empezar con más fuerzas del que nos hablaban cuando se tienen que pasar la semana de vacaciones estudiando?
Para finalizar, tampoco entendemos que, para presentar los resultados la encuesta, se haya utilizado el Consejo Escolar de Cantabria, organismo que no ha participado en la elaboración de la misma y al que tampoco se consultó a la hora de decidir el cambio de calendario. ¿Acaso se quiere presentar como algo de la comunidad educativa un cambio de calendario que, recordamos, nació exclusivamente de un acuerdo laboral entre la Consejería y la junta de personal docente?
En definitiva, consideramos que, sí la Consejería sigue apostando por este modelo de calendario, quedan muchas cosas por corregir y solucionar. Y si se desea que sea asimilado y aceptado por toda la comunidad educativa sigue siendo necesario contar con ella al completo.
Estas cuestiones serán tratadas en la reunión que FAPA Cantabria mantendrá mañana con el Consejero de Educación, y que esperamos sirva para avanzar en estos y otros aspectos que consideramos deben resolverse en el sistema educativo.

Santander, a 16 de Abril de 2018


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